A propósito de estar celebrando el mes del amor, hablar de la influencia de los sentimientos y emociones que transmitimos a nuestros pacientes en terapia se ha vuelto relevante, incluso en algunos países recientemente se imparte el diplomado en Fisioterapia en Salud Mental, el cuál tiene como objetivo mejorar la salud de las personas con trastornos mentales y psicosomáticos, así como, trastornos musculo esqueléticos de larga duración y dolor crónico. Por lo tanto la forma en la que nos relacionamos con los pacientes, las emociones que transmitimos y cómo percibimos sus sensaciones son un factor determinante en los resultados que obtendremos en el proceso de rehabilitación.

 

La relación entre el fisioterapeuta y paciente se muestra como una buena herramienta terapéutica de apoyo para el logro de los objetivos y la satisfacción de las necesidades del paciente.

Existen variables que la gran mayoría de los pacientes describen como positivas y necesarias, por ejemplo las relaciones positivas son un elemento básico del bienestar biopsicosocial necesario para el nivel óptimo de salud. Las emociones que transmitamos al paciente son herramientas para impulsar las cualidades positivas que ayuden a contrarrestar las negativas que acompañan al proceso de enfermedad o lesión. Dentro de estas cualidades se encuentran el humor, la risa, la buena comunicación y la confianza, por mencionar algunas, por los efectos positivos que producen a nivel físico. Incorporarlos como habilidades terapéuticas puede ayudar a conseguir una mejor relación fisioterapeuta-paciente y favorecer el éxito de la intervención ya que una buena relación con el paciente facilitará la formación de una buena alianza terapéutica.

 

Pongamos todo nuestro amor en cada una de las sesiones de terapia con nuestros pacientes para favorecer el resultado final de este proceso.

 

Bibliografía:

José María Mateos Fernández. (2014). La influencia de las emociones positivas en la relación terapéutica: el humor y la risa. Reduca (Enfermería, Fisioterapia y Podología), 7, 1-34.

La rehabilitación está en constante innovación y en la actualidad se ha hecho acompañar de opciones tecnológicas que ofrecen múltiples beneficios para los pacientes.

 

La ingeniería biomédica es la ciencia encargada de desarrollar instrumentos diseñados con el objetivo de facilitar las actividades de la vida diaria y el desplazamiento de las personas con limitaciones cognitivas y/o motoras, algunos ejemplos de esto son:

 

  • Software para gestionar citas y expedientes clínicos
  • Electroestimuladores con scanning para determinar la intensidad necesaria para cada zona de tratamiento
  • Electro miógrafos de superficie con programación por medio de una app
  • Robots para estimulación multi sensorial
  • Sistemas de rehabilitación virtual para mejorar las capacidades motoras y cognitivas, con características que se adaptan a las necesidades de cada paciente
  • Tinas de hidroterapia con diversos accesorios como cámaras, caminadoras y flujos contra corriente
  • Prótesis robóticas con características mecánicas adaptables para mejorar la accesibilidad y el movimiento
  • Agentes físicos con opciones cada vez más avanzadas y parámetros modificables para crear tratamientos personalizados a cada paciente

 

El esfuerzo conjunto entre el conocimiento y las habilidades manuales del personal de salud y las herramientas tecnológicas tienen como resultado la facilitación del movimiento y las actividades de la vida diaria para personas con discapacidad visual, auditiva,, neurológica, neuromuscular y/ o alteraciones funcionales.

El impacto que tienen estas opciones tecnológicas en la vida de los pacientes es alto,  permiten incrementar los niveles de autonomía personal y participación social de estas personas, por lo tanto su implementación a nivel sector salud público, privado y domiciliario será primordial para cubrir las necesidades de la población y se prevé el aumento al acceso de esta tecnología en los futuros años.

 

 

MFKD Marina A. Martínez Romero

En la electroterapia, el uso de las corrientes interferenciales es una de las modalidades más utilizadas por los fisioterapeutas y/o médicos en rehabilitación, ya que es una corriente de mediana frecuencia que va desde los 2,500 – 10000 Hz, es una corriente bifásica sinusoidal, apolar, cuenta con dos ondas de polaridad contraria e igual amplitud.

 

Las corrientes interferenciales son caracterizadas por una alta capacidad de penetración en los tejidos, lo que genera una menor impedancia.
Los tipos de aplicación son técnicas bipolares, premoduladas y de manera tetrapolar.

 

Algunos de sus efectos fisiológicos es la  transformación de la energía eléctrica en térmica por el efecto Joule, aún en el caso de que no se perciba por no alcanzar a estimular el umbral de los termo receptores, aumento del metabolismo, vasodilatación, licuefacción del ambiente intersticial, mejora el trofismo, efectos sensitivos, motores y energéticos.

 

Por todos los efectos fisiológicos anteriores, el uso de estas corrientes de mediana frecuencia son  la favorita por elección en pacientes con patologías crónicas, ya que su actividad metabólica baja su pH, se convierte en ácido, la generación de calor disminuye, en su actividad vascular se convierte en vasoconstricción, en estados crónicos se vuelve un “empastamiento”, me encanta dar este ejemplo cuando hablamos de cronicidad. Imagínate un terreno árido, seco, sin agua, sin población, sin flora ni fauna. Este cuadro ilustrativo es lo mismo que pasa en un patología crónica, es por eso que el paciente presenta dolor al momento de realizar contracción, extensión, flexión (dependiendo el caso clínico).

 

En este tipo de pacientes, las corrientes interferenciales son excelente opción ya que principalmente hace el efecto de “licuefacción”  o efecto batido, que es cuando dos o más frecuencias se cruzan en un punto y por ende tenemos cambios fisiológicos importantes, dando como un efecto analgésico y pseudoanestesia, favorece el retorno venoso y linfático.
 

Es muy útil para la relajación muscular ya sea en cualquiera de sus técnicas: estática dinámica y subacuática.

 

Los parámetros ideales para trabajar con las corrientes interferenciales.

  • AMF Barrido: 80-120, 100-150 , 150-200 Hz.
  • Portadora: 4,000 Hz-8,000 Hz (mientras más agudo el cuadro mayor debe de ser la portadora)
  • Ciclo: continuo
  • Intensidad: nivel ll (umbral sensitivo o sensitivo leve) y lll (sensitivo intenso)
  • Tiempo: 10-15 min
  • CC (corriente constante)

 

Nuestro objetivo principal de la corriente es la teoría de la compuerta y discreta liberación de endorfinas.

 

Contraindicaciones

  • Roturas tisulares recientes si se aplican con efecto motor.
  • Ulceras.
  • Procesos inflamatorios agudos.
  • Tromboflebitis.
  • Procesos tumorales.
  • Zonas que puedan afectar el proceso de gestación.
  • Marcapasos.
  • Cuidado con zonas de osteosíntesis.

 

Los pacientes con patologías musculoesqueléticas  crónicas tienen pronósticos muy positivos en el uso correcto de corrientes interferenciales, acompañado de movilizaciones y ejercicio terapéutico.

 

Nos vemos en el siguiente blog.
 

LTF. Montserrat Aceves García.